El Gobierno español presentó una propuesta fiscal ante Bruselas para un impuesto específico a los billetes de avión, con el objetivo de recaudar 1.300 millones al año.
A los pasajeros que utilicen el transporte aéreo se les impondrá una tasa con el objetivo, según el Gobierno, de desincentivar el uso de los aviones. Esto en medio de la recuperación de las compañías aéreas tras la crisis provocada por la pandemia.
En el citado Plan fiscal para obtener 150.000 millones de euros, el Gobierno español explicó a Bruselas: “El objetivo de este gravamen es el fomento del uso de medios de transporte más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, así como el incentivo a la exploración de nuevas tecnologías y carburantes menos contaminantes”.
El Gobierno lanzó la propuesta de crear un impuesto por el uso de aviones antes de la crisis sanitaria, pero la retiró ante la paralización casi total de la actividad de las compañías aéreas.
Aún no han concretado la cuantía de la recaudación con un nuevo impuesto a los billetes de avión, pero un estudio de la Fundación Alternativas, próxima al PSOE, calcula un coste adicional de 4,47 euros para los viajes de corta distancia, 23,22 euros para media distancia y 41,99 euros para los trayectos de largo radio.
